Querido Diario: del cómo el socialismo me morfotea

Ayer alcancé la ruta de las 9 de los reyes y no siempre pasa a esa hora, se me hizo extraño pero muy buen momento para atrasarse en su horario ya que salimos temprano de la clase de Eros y bueno me quedé con Diana platicando un rato mientras pasaban por ella y según yo irme en taxi.
En fin, pensaba mientras caminaba a la casa, después de bajarme, en mi sociabilidad, dejar de lado siempre ese problema de definiciones a mi persona, de adjetivos raros y que no sé si precisamente me lo dirían en mi cara, personas diciendo mujer extraña, mujer misteriosa; que a decir verdad ahora que no hago mucho eso de quedarme sentada al lado de un amigo muy conocido y quedarme callada oyendo cómo todos hablan y dicen cosas de todo tipo, siendo yo la única con vista al infinito, además de que mi terrible antisocialismo no fue muy bueno en el momento único en el que podía haberse desarrollado. El único problema era que no decía algo hasta que pensara bien lo que iba a decir, con eso de que soy re-tarada, entonces no se me daba la facilidad de expresión ya que mi madre acaparaba toda la atención con su bla bla bla bla, y yo emmm aja, aja, eso si lo queremos ver en un entorno familiar psicológico. No digo que no me sirvió pero ahora tengo que superar eso, ahora digo barbaridades creo yo que no vienen al caso y me hacen una estúpida mal empleadora de enunciados socialísticos amigables, congruentes y precisos, algo así como qué, dónde y cómo, aunque a la mayoría creo que le han gustado.
Aunque no estoy segura de emplearlo bien, al menos funciona y tengo más amigos que en los últimos 20 años, además se me hace raro eso de tomarse muchas fotos, talvez por la nueva tecnología o no sé, pero demonios, mi hermana la pequeña tiene con sus amigos la millonada y pss cuando yo ni un reojo le daba jaja, pero no era mamona :p jojo.
Igual y si me harto o no sé, ayer llegué a hartarme de platicar y platicar, a veces me canso de reír por nada, sólo para no hacerme a un lado o evitar miradas extrañas. Pero entonces se evita y luego qué pasa.
Entonces voy a seguir con mi socialismo barato, diciendo qué lindo, sí bla bla, y no digo barato como falso, sino como algo que apenas está desarrollándose.
Por que de la sociedad nadie está excluido y bueno palabrerías de esas.
Dentro de la oficina hay becarias y son muy sociables, se nota, hablan como yo nunca jamás había pensado alguien hablaría, de toda clase de cosas, parece ser que no les incomoda hablarle a extraños y creo que por eso mismo yo nunca hice servicio becario, era ajeno a una construcción cognitiva previamente hecha por mi estabilidad social familiar que jamás me imaginé yo en esas acciones.
Ahora quisiera tener una amplia puerta para poder acomodarme tranquilamente.Creo que el anhelo vuelve de forma extraña y que también lo nuevo vino por algo que no hacía.